domingo, 20 de noviembre de 2011

Mejor vivir sin miedo

A veces me siento temblar bajo un vacío que me puede. Me intento evadir pero siento que pierdo nocion de la realidad, que me voy distanciando cada vez más y que la garganta se me aprieta en acongojamiento. A veces siento que en mi cuarto a oscuras a nadie le interesa saber lo que a esta pequeña perdida le pasa, en intento falsear una sonrisa frente a los demás cuando el miedo me consume por dentro a cada segundo, a cada instante. Me siento caer en un precipicio y siento que las fuerzas se me han ido, que la alegría dejó mi rostro y que esto no es vivir, es agonizar en tu mente cada día. Es como tener un lindo palacio de cristal, tan hermoso, pero tan débil. Y sentirte mal al respecto, caerte y no poder pararte, pensar que estás atrapada, cegada, que pausaste en tu camino y te engañas a tí misma pensando que vas lento pero seguro, cuando la verdad es que el miedo te paraliza y te hiela las entrañas. Hay días horribles, donde el sol brilla afuera pero en mi interior solo sé de tormentas. Y hay días en que siento que todo llegó a su punto de ebullición.
Pero hay otras veces, en que me doy cuenta de que tal vez no es suficiente con intentar una y otra vez, que todos/as necesitamos un receso, y como decía en esa campaña publicitaria (porque me declaro fan de los publicistas), saber cuando parar, también es avanzar. Porque he pensado que he dado mi mejor esfuerzo, que he intentado con todas mis ganas, pero tal vez no sea así. Tal vez era solo un pequeño acto de autocomplaciencia, de pensar que estaba haciendo las cosas bien al pelear hasta quedarme sin fuerzas, cuando a lo mejor no era así. He pensado que soy segura de mí misma, cuando cualquier viento que sopla me hace estremecer, y mierda, espero que algún día aprenda a ver el vaso medio lleno, porque claramente no he aprendido hasta ahora. Espero aprender a sacar lo mejor de mí y tratar, solo tratar de ver un poco de esperanza, de que las cosas algún día puedan salir mejor, que se puede! que no todo está perdido y la vida recién empieza para mí. Puedo encerrarme en mí misma y pensar que todo acabó, pero no puede ser así. Mientras haya un mañana las cosas pueden mejorar, porque de todo podemos sacar una lección, y ver el segundo siguiente como una esperanza y no como una carga, es al menos el primer paso hacia una visión más sana de las cosas.
Porque está bien sentir miedo hasta cierto punto, sería totalmente irracional pensar que no hay que tener miedo. Está científicamente comprobado que la angustia, la ansiedad, son instintos de supervivencia, pero no hay que dejarlos que puedan con nosotros, porque tenemos inteligencia, somos más que los bajos instintos, y cuando ya las cosas se tornan pesadas y uno se vuelve su propio enemigo hay que saber parar y decir "Hey! qué me está pasando? Por qué estoy así, en qué momento me perdí?" Y aunque aún falta un montón de camino por recorrer, algún día llegaremos al final y nos volveremos a encantar con las vida, con saludar a nuetro perro, con escuchar nuestra canción favorita mil veces seguidas, con ver una película simpática y terminar sintiéndose bien, con esas tardes, esos días en que lo úinico que haces es reírte con la gente que le da color a tu vida, con esas pequeñas cosas que ayudan. Porque aunque a veces se torne una puta, la vida, después de todo, vale la pena, y cuando el miedo nos empieza a paralizar (que es algo totalmente humano, yo creo que todos hemos sentido miedo alguna vez, ya sea racional o no) hay que tratar de pararlo un poquito y devolverlo a las dosis normales. A nadie se le hace fácil el camino, a nadie se le enseña a vivir, pero... las cosas podrían estar peor, no? y bajo ese anhelo, esa mínima esperanza, podemos construir un refugio más fuerte que todos los palacios de cristal juntos, un refugio seguro, tranquilo.
Porque puede que en el último tiempo me haya dado charlas motivacionales a mí misma hermosas, me haya dicho VAMOS QUE SE PUEDE CARAJOOO una y otra vez hasta que la frase se hace repetitiva y sin sentido como en un cassette, cuando en realidad, en realidad lo único que he hecho es encerrarme en mi cuarto e inundar mis ojos en lágrimas, pensando que yo no me la podía. Vamos! si el problema está allí es porque se puede con él porque somos lo suficientemente fuerte y valientes para cargarlo.
Y tristemente, no solo basta con desear algo con mucha fuerza, porque sí, a veces las cosas se cumplen, pero no pueden ser de una manera menos esperada, lo digo por experiencia propia. Porque sin bien soy atea, no puedo negar que las cosas en la vida son inesperadas, y las vueltas que da son increíbles. Así que si uno quiere algo, mejor creer en uno/a mismo/a, porque se puede hacer. Si tienes la valentía de soñarlo, tienes la valentía de cumplirlo.
Llegarás cuando vayas
más allá del intento...


1 comentario:

  1. Siento como si lo hibiera escrito yo misma. Gracias Anne creeme si te digo que entiendo cada oración, que te entiendo a vos.

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